Necesitaba ganar para ser primero de grupo y lo ha hecho en Praga. El Sevilla ha comenzado disputando un partido que se presentaba árido en la primera parte, sin ocasiones demasiado claras tanto por uno y otro equipo. Pero el Slavia de Praga tampoco desplegaba un juego muy ofensivo que hiciera peligrar el equilibrio en el encuentro.
La segunda parte ha sido revulsiva y también lo han sido los cambios realizados por Manolo Jiménez. 45 nuevos minutos en los que el Sevilla ha mostrado una cara distinta, más ofensiva, presionando bien las líneas del Slavia de Praga y sin perdonar las ocasiones que han tenido.
Primero fue Luis Fabiano, cuya entrada ha sido decisiva en la segunda parte. El brasileño ponía el balón en el fondo de la red de la portería defendida por Vaniak, después de recibir un balón de Maresca. También el italiano ha llevado aire fresco en el segundo tiempo.
Apenas pasaban dos minutos en el marcador cuando Kanouté le tomaba el relevo a Luis Fabiano como goleador, después de que Capel culminara una gran jugada.
Y por último, Daniel Alves hizo lo propio y consiguió poner el 0-3 definitivo en el marcador.